2019/03/04

Los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente (obra del doctor Julio César Ardila Rojas). Texto del prólogo escrito por Alberto Poveda Perdomo




Los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente
Julio César Ardila Rojas


Prólogo


Por Alberto Poveda Perdomo[1]


En Colombia el terrorismo promovido por facciones armadas de derecha e izquierda ha causado tantas ruinas, dolor y víctimas, que le ha permitido convertirse en el mejor instrumento para encubrir todas las tragedias que padece la nación.

La corrupción rampante que toca a los partidos políticos en todo caso no afecta a sus jefes, que con un simple cambio de ropaje se desmarcan de la empresa criminal establecida para que los incautos, quienes como siervos obedientes o rebaño ciego por la pobreza e ignorancia, engatusados por la posverdad y las falsedades que circulan por las redes sociales[2], los acompañen en las elecciones y los reelijan indefinidamente porque son iluminados que necesita la patria.

Los terroristas también están cómodamente apoltronados en instituciones estatales, porque desde allí justifican la barbarie, promueven la cizaña y convierten el discurso del odio en coartada de ejercicio y justificación de la violencia[3], haciendo oídos sordos ante la depredación del medio ambiente, como ahora mismo acaece con un pozo petrolero que está causando más estragos a la naturaleza que todas las voladuras ejecutadas durante más de 20 años al oleoducto Caño Limón - Coveñas[4]. Todo sin hipérboles.

El daño al medio ambiente está ocurriendo delante de nosotros, como lo pone de presente el ejemplo citado, pero tristemente ese gravísimo hecho -que seguramente será objeto de exhaustivas investigaciones que le permita decir a la Fiscalía General de la Nación que no pasó nada y todo quede bajo el manto de la impunidad, como ocurre con pasmosa frecuencia y silencio cómplice de la clase dirigente-, aún no nos conmueve para levantarnos y reaccionar contra quienes por acción u omisión, con intención o imprudencia, contribuyen decididamente a la destrucción del entorno en el que vivimos.

Por tales motivos, la alfabetización de los colombianos en todos los asuntos que inciden en nuestras vidas, las tareas que se emprendan para contribuir en la lucha contra la ignorancia y la ejecución de actividades que estén pensadas en dar a conocer la problemática que nos aqueja, así como las fórmulas estatales que existen aunque no se aplican, me parecen dignas de ser admiradas y destacadas.

Es por ello que cuando cualquier lector experto o novicio se aproxime al libro escrito por el doctor Julio César Ardila Rojas sobre Los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, encontrará un manantial de información aunque sencilla resulta completa, coherente, actualizada y, sobre todo, bien intencionada, porque su principal propósito es hacernos conscientes de que el medio ambiente es de todos y nos corresponde defenderlo como bien jurídico colectivo que nos pertenece.

Las explicaciones que se obtienen de la obra Los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, permiten un adquirir un conocimiento básico pero suficiente para estar al tanto de cuando se está frente a la ejecución de conductas delictivas o contravencionales, en general, ilegales, que atentan contra el medio ambiente, es decir, contra las condiciones mínimas que posibilitan la existencia de la especie humana y de todo sujeto u objeto que pertenezca al reino de la vida. Así de sencillo.

El conocimiento que tengo del doctor Julio César Ardila Rojas, como destacado discípulo en la escuela de derecho, sus ejecutorias como concejal de Neiva y las actividades que ha desarrollado a lo largo de su vida profesional, me permiten pronosticar que este trabajo, meritorio y fruto del esfuerzo, simplemente es el primero de sus aportes a la dogmática jurídica nacional, pero con toda seguridad no será el único, porque su diestra pluma así como sus inquietudes académicas nos permitirán en el futuro reaccionar favorablemente ante nuevas publicaciones.

Bienvenido doctor Julio César Ardila Rojas al mundo bibliográfico y, desde ahora lo auguro, porque lo advierto como académico, que con obras como la presente tendrá una enorme acogida en bien de la sociedad y como soporte para la construcción de un mundo más amigable con el entorno que facilite nuestra existencia.

Enhorabuena.


Neiva, Amaranto Club House, Semana Santa de 2018.






[1] Magistrado del Tribunal Superior de Bogotá, profesor universitario y autor de varias obras de derecho.
[2] En Estados Unidos y en Europa ya está documentado como se alucina a los electores con las falsedades que simulan verdades, encuestas pagadas para manipular a los votantes y la parcialización de las redes sociales en busca de frutos envenenados en la política, como han sido la elección de Trump, el triunfo de quienes promovieron el Brexit o lo ocurrido en Colombia con el plebiscito por la paz. Cfr. https://www.elespectador.com/elecciones-2018/noticias/politica/si-utilizaron-datos-de-facebook-para-manipular-la-eleccion-de-trump-puede-pasar-lo-mismo-en-colombia-articulo-746061 2018/03/29 y http://www.semana.com/tecnologia/articulo/plebiscito-por-la-paz-mentiras-que-se-propagaron-por-whatsapp/495972 2018/03/29.
[3] “Es cierto que en este enorme campo que es Colombia todavía hay espacio para la cizaña. Ustedes estén atentos a los frutos, cuiden el trigo no pierdan la paz por la cizaña. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias… Es hora de desactivar los odios, renunciar a las venganzas”. Papa Francisco, «Oración por la reconciliación nacional», Villavicencio, 8 de septiembre de 2017 (https://noticias.caracoltv.com/el-papa-en-colombia/no-pierdan-la-paz-por-la-cizana-dice-papa-los-colombianos-y-los-insta-la-reconciliacion 2018/03/29).
[4] Lo que es mucho decir cuando se tiene en cuenta que han sido más de 1.600 los atentados contra el tubo, que además del daño medio ambiental ha dejado al menos 167 muertos y 584 heridos (http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/historia-del-cano-limon-covenas-72730 2018/03/29).